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Guillermo Kohler
CONTENIDO 1
- UN POQUITO DE HISTORIA 2
- EL ACUARIO PARA EL CARASSIUS 3
- ALIMENTACIÓN 4
- VARIEDADES 5
- CRUZAMIENTOS 6
- ENFERMEDADES 1
- UN POQUITO DE HISTORIA El
Carassius es el primer pez que se comenzó a criar en cautiverio.
Esta práctica comenzó en China, de donde son originarios, pero no está
muy claro en qué época. Algunos investigadores opinan que fue
durante la dinastía T'ANG (618-907), mientras que para otros, la cría de
Carassius en cautiverio comenzó en el período de la dinastía SUNG
(960-1278). Sea como fuere, estamos hablando de una práctica que se
realiza desde hace muchísimo tiempo, entre 900 y 1300 años.
Sabiendo esto, es más fácil comprender la existencia de tantas
variedades dentro de esta especie. Al principio eran criados en
recipientes de porcelana finamente decorados, y muchos años después se
comenzaron a utilizar peceras de vidrio. Por
su origen, son conocidos como "pez chino", y por su color, como
"pez dorado" o "goldfish". Por
el año 1570, este pez es llevado al Japón, y un poco después a Corea, y
en esos países se lograron las principales variedades que conocemos hoy
en día, especialmente en el Japón. Desde tierras niponas, fueron
llevados algunos de estos animalitos hacia Occidente, así es que llegan a
Inglaterra y a Holanda alrededor de 1720, y más tarde llegan a otros
países europeos, como Francia y Alemania. Al
principio, el poder poseer peces ornamentales era un privilegio de las
clases acomodadas, pues eran sumamente caros, y además no lograban
hacerlos vivir mucho tiempo. Tal vez por esta razón, por su
belleza, y por su exotismo, se puso de moda que fueran lujosos presentes
entre la nobleza y entre los ricos comerciantes.
En
Inglaterra, a mediados del siglo XIX, se hicieron importantes
investigaciones y adelantos, y se lograron sistemas que permitieron
mantener mucho más tiempo con vida a los peces en cautiverio, y
reproducirlos con mejor éxito, cuestiones que permitieron que lentamente
los precios de estos animalitos fueran bajando. Johnston,
Warrington, Brande y Ward, dieron origen a una nueva concepción de los
acuarios, con acuarios balanceados, conteniendo plantas, descubrieron la
importancia de retirar los residuos orgánicos y lograron evitar que el
agua entrara en descomposición. A partir de ahí, la práctica de
tener peces en casa se fue difundiendo y se ha convertido, lentamente, en
un hobby popular. 2
- EL ACUARIO PARA EL CARASSIUS Son
peces de agua fría, es decir que no es necesario colocar un calefactor
que eleve la temperatura en las peceras donde viven. De todos modos,
debemos tener en cuenta que por debajo de los 16ºC bajan
notablemente su metabolismo, se alimentan mucho menos y mantienen una
escasa actividad. Con una temperatura por debajo de los 11ºC entran
en un estado que podría llamarse de hibernación, pero además bajan sus
defensas y podría ser más fácil que enfermaran. Como normalmente
tenemos nuestras peceras en la sala, no es común que pueda bajar tanto la
temperatura del agua. La temperatura ideal para que vivan los
Carassius anda entre los 17ºC y los 24ºC. Están cómodos con un
pH neutro ( 7 ) o ligeramente ácido (6.6 ). El
tamaño de un acuario para Carassius deberá ser algo grande.
Aconsejaría que por lo menos fuera de 100 litros, o más, donde podremos
alojar unos 4, o 5 ejemplares, porque debemos tener en cuenta que es
normal que esos peces crezcan mucho. Normalmente, cuando alguien decide
comprar su primera pecera, es común que compre algo chico, de entre 40 y
60 litros, "para ir aprendiendo y gastar menos", y se decida por
Carassius, porque son "fáciles", y además, compre 6, o 7, de
unos 3 o 4 meses de edad porque son "chiquitos". El día
de esa compra cometió sus primeros errores como acuarista. A los
pocos meses, comenzará a notar "qué lindos, cómo crecen", y
en unos meses más, habrán realmente, crecido mucho, y será notorio que
hay falta de espacio, que hay hacinamiento, superpoblación, polución, y
comenzará a tener episodios de enfermedad y muerte de los ejemplares más
débiles. Un
Carassius adulto, de unos dos años de edad, debería medir entre 8 y 15
centímetros, y sería deseable que en esta etapa contara con un acuario
que permita un mínimo de entre 20 y 25 litros de agua por cada pez.
Algunos autores aconsejan aún mayor cantidad de agua por cada pez, 30, o
35 litros. Gustan
mucho de picotear y revolver el fondo de la pecera, buscando alimento, y
tienden a levantar basura que está depositada abajo, por lo cual
deberemos contar con un buen sistema de filtrado. Normalmente se
utiliza un doble sistema de filtrado. Por un lado un filtro de
placas para el fondo, al que llamamos filtro biológico, que es accionado
con una bomba de aire, y un filtro de agua común, de los que hay varios
tipos. El más sencillo es el filtro esquinero común, que es
accionado con la misma bomba de aire con la cual hacemos accionar al
filtro biológico.
Filtro
esquinero Filtro
interno
Filtro externo o mochila Hay,
además, filtros internos y externos accionados por una bomba de agua, que
toma el agua del acuario, la hace pasar por elementos filtrantes, y la
devuelve filtrada. Cualquiera sea el sistema que elijamos,
funcionará bien, y el único requisito
importante es limpiar con cierta regularidad los elementos filtrantes con
agua de la misma pecera en la que están actuando.
Debemos colocar plantas
naturales, ya que éstas oxigenan el agua y utilizan para su alimentación
los derivados del nitrógeno, evitando que se formen en el acuario los
tóxicos derivados de la descomposición de las proteínas, (nitritos,
nitratos, amonio). La aparición de estos tóxicos en nuestras
peceras se debe al llamado ciclo del Nitrógeno. El ciclo del
Nitrógeno, a grandes rasgos y explicado de manera muy sintetizada
funciona más o menos así: 1) alimentamos al pez, pero no todo el
alimento es aprovechado, sino que un resto cae al fondo, donde se mezcla
con excrementos del pez y algunos otros deshechos orgánicos, como hojas
muertas, etc. ; 2) Se produce una descomposición de estos deshechos
formándose Amonio (NH4) : 3) El Amonio, mediante la acción de bacterias
aeróbicas es oxidado y transformado en Nitritos (NO2) ; 4) Finalmente,
estos Nitritos son transformados en Nitratos ( N03 ). Las bacterias
que llevan adelante estos procesos son bacterias aeróbicas (necesitan
oxígeno), y tienen el nombre genérico de bacterias nitrificantes.
Hay varios tipos de bacterias nitrificantes, siendo las más abundantes
los nitrosomas y las nitrobacterias. Tanto el Nitrato como el
Nitrito son tóxicos para los peces. El Nitrito es mortal en
concentraciones superiores a 1mg/l, y el Nitrato es peligroso a
partir de concentraciones superiores a 40mg/l. Además, el Amonio,
que es relativamente inocuo para los peces, puede tornarse peligroso, pues
en aguas alcalinas, y con poco oxígeno puede transformarse en Amoníaco,
( NH3), que es altamente tóxico. Las plantas utilizan para su
alimentación estos derivados del Nitrógeno y esto explica el por qué es
tan importante tener muchas plantas en nuestros acuarios. También,
entendiendo lo del ciclo del Nitrógeno, nos damos cuenta de lo importante
que son en nuestros acuarios los filtros de agua, y el filtro biológico,
donde se cumplen muchas de estas funciones transformadoras por parte de
las bacterias aeróbicas. No debemos limpiar los elementos
filtrantes con agua clorada, pues eliminaríamos nuestras beneficiosas
bacterias. Lo mejor es limpiarlos con agua del mismo acuario donde
están funcionando.
Como mencionamos anteriormente,
estos peces revuelven mucho el fondo, por lo cual es conveniente colocar
plantas que tengan buenas raíces, de lo contrario las pasarán
arrancando. Pero además, son omnívoros, y les gusta mucho comer
plantas, así que será conveniente colocar plantas con hojas duras.
Son buenas en este sentido la Vallisneria spiralis, la Saggitaria, el
Myriophillium verticilatum, el Fontanalis antypiretica.
Personalmente, coloco también Cabombas y Elodeas, pero es muy común que
los Carassius las desarraiguen y que haya que volver a plantarlas bastante
seguido. Además, a las Cabombas las rompen bastante y les comen las
hojitas. Tambíén coloco Cryptocorynes, tienen buenas raíces,
hojas duras, y son muy decorativas, aunque en invierno no están muy
cómodas, ya que requieren más temperatura, pero aguantan, y en verano se
ponen muy lindas.
Es muy importante hacer cambios
parciales de agua. Yo utilizo el sistema de cambiar un 10% de agua
cada 10 días, pero eso no es una receta universal. Tengo acuarios
grandes, con muchas plantas, y pocos peces, por lo cual siempre tengo muy
bajos niveles de tóxicos en el agua. Existen en plaza, y a bajo
costo, tests que sirven para chequear y estar al tanto de los contenidos y
propiedades del agua de nuestros acuarios, como el pH, o las
concentraciones de nitrito, nitratos, y otros tóxicos. Es muy bueno
tener una idea clara de lo que está pasando en nuestro acuario, y en
virtud de ello, planificar el ritmo de nuestros cambios de agua, y el
porcentaje de contenido que cambiaremos. Si cambiamos un 10%, y
vemos que rápidamente aumenta la concentración de nitritos, o nitratos,
quiere decir que estamos cambiando poca agua, porque en nuestro acuario
hay muchos peces, o mucho desperdicio de alimento, o se trata de un
acuario muy chico, etc. Comenzaremos, entonces, a cambiar más
cantidad de agua, pongamos por ejemplo, un 15% cada 10 días. Si
subsisten los problemas, cambiaremos un 15%, pero en vez de cada 10 días,
cada semana, de tal forma que logremos mantener estable el nivel de
tóxicos.
La cantidad de agua que
cambiaremos en nuestro acuario, entonces, deberá ser el mínimo posible,
pero que permita mantener los parámetros del agua en condiciones
saludables para nuestros peces. Nunca es conveniente llegar a hacer
grandes cambios de agua, como por ejemplo, un 50%. Es mucho mejor
hacer pequeños cambios más frecuentemente, y no hacer un gran cambio
cada mucho tiempo. Las ventajas de los cambios parciales de agua
son: 1) Se disminuye la concentración de nitritos, nitratos,
amonio. 2) Se baja el nivel de fosfatos. 3) Se retiran los residuos
orgánicos. 4) Se retiran parte de posibles gérmenes que puedan dar
origen a enfermedades. También podría surgir alguna desventaja con
los cambios de agua, como ser cambios bruscos en los valores del pH o la
dureza del agua.
Por estas razones, todo se hace
mucho más fácil si tenemos un acuario grande, con muchas plantas y pocos
peces, pues se hará mucho más sencillo el mantenimiento, porque estará
por sí mismo mucho mejor equilibrado, y pasará por menos momentos de
peligro. Por el contrario, si tenemos un pequeño acuario con muchos
peces y pocas plantas, necesitaremos cambiar el agua mucho más seguido y
en cantidades mayores, y será muchísimo más difícil mantener estables
los parámetros del agua, y además surgirán muchos otros tipos de
problemas.
El agua de recambio deberá estar
libre de cloro, para lo cual es bueno tenerla 48 horas en un depósito
aireándose, con lo cual el cloro se evapora.
3 -
ALIMENTACIÓN
Son
peces omnívoros, es decir que comen de todo, pero además, son muy
glotones. Las principales causas de muerte de los Carassius están
derivadas de los efectos causados por una mala alimentación,
principalmente por exceso. Hay que darles alimentos de buena
calidad, y variados, pero no darles demasiado. Hay alimentos que
vienen preparados en escamas, y en pellets, que cuando son de marcas
reconocidas son un alimento balanceado, y confiable. Yo les doy,
además, una comida en pasta que fabrico en casa, que está hecha con
corazón de vaca, al que retiro grasa y venas, algunos filetes de pescado,
algún marisco, o huevas de pescado, y bastantes vegetales, un par de
atados de espinaca, algunas zanahorias, un par de dientes de ajo, una
cebolla, una taza de arvejas, todo hervido y procesado. A las arvejas, hay
que armarse de paciencia y conviene retirarles la piel antes de
procesarlas. Se forma una pasta y hay que tratar de retirarle lo que
podamos de agua. Luego le agrego harina de soja, proteína de soja,
harina de avena, y un par de cápsulas de vitaminas bien molidas, que
contengan principalmente vitaminas C, E, y del complejo B.
Muchos
acuaristas recomiendan darles comida viva. Aquí se consigue
tubifex, que son unos gusanos pequeños, que normalmente son extraídos en
lugares muy sucios y polucionados, como caños de aguas muy sucias, etc.
No les doy tubifex a mis peces, porque tengo temor de introducir gérmenes
o alguna enfermedad a mis peceras. Además, el tubifex puede
producir por sí mismo, constipación a los peces. En caso de que se
les quiera suministrar tubifex, (que realmente les encanta), es
conveniente purgar los gusanos y suministrarlos en pequeñas
cantidades. Para purgar los tubifex, es suficiente en un recipiente
bajo, con unos 3 mm. de agua clorada durante 24 horas. Lo ideal
sería automatizar el recambio de esa agua, de forma que fuera saliendo
por rebalse, o por pequeños agujeritos, y al mismo tiempo, mediante goteo
constante, se fuera reponiendo con agua directamente de la canilla. Como
este sistema puede no resultar muy fácil de regular, la otra opción es
ir renovando esa agua manualmente, unas 5 o 6 veces durante el día.
El
régimen de alimentación que llevo adelante es bastante sencillo:
un día les doy escamas, al otro día les doy pellets y al tercer día
alimento hecho en casa.
Alimento en
escamas Alimento en
pellets Comida casera
La
comida que hago en casa es la que más les gusta, pero no les doy más
seguido porque me enturbia el agua, porque se disgrega mucho. He
leído que si se les agrega gelatina natural, se disgrega mucho menos,
pero aún no he experimentado. Estoy probando un sistema que me
aconsejó un aficionado, que consiste en descongelar el alimento, formar
una masa delgada y dejarlo un par de días en la heladera ( frío seco
). De esta forma pierden algo el exceso de agua, y es posible formar
gránulos parecidos a los pellets y se disgrega mucho menos.
También
es bueno darles una vez por semana alimentos verdes, como lechuga bien
cortada o arvejas hervidas y peladas.
4 - VARIEDADES
Resulta totalmente imposible en un
trabajo corto siquiera nombrar, mucho menos describir la cantidad de
variedades existentes del género Carassius. Ya en 1870 se escribió un
tratado en el que figuraban 66 variedades distintas. Se estima que hoy en
día existen entre 120 y 130 variedades. Esto de que existan tantas
variedades se debe a que cuando aparece alguna característica diferente,
alguna mutación, los criadores empiezan a reproducir ese pez, y después,
por cría selectiva, van generando una línea pura, y una nueva variedad.
Solamente intentaremos dar una
idea de algunas variedades, y sus características más importantes.
Pez Dorado Común
Es conocido en China como Kin-yu,
y en Japón como Hibuna. Sus características principales son:cabeza
ancha y corta, cuerpo alargado, boca proyectable, ojos y escamas
brillantes, aletas no muy grandes. Normalmente son de color rojo,
aunque existen variedades en blanco, amarillo, o salpicado. La aleta
caudal es simple y bilobulada
Pez Dorado común
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Shubunkin
Es un nombre japonés derivado del
chino: ( Chu-Wen-Chin). Se parece al pez rojo común en la forma del
cuerpo y por la aleta caudal, pero se diferencia por tener escamas opacas,
anacaradas, en lugar de las escamas brillantes (metálicas) del dorado
común. Los Shubunkin pueden ser de variado colorido: rojos,
blancos, salpicados. Entre los salpicados son famosas las variantes
Bristol y London. El Shubunkin London es parecido al dorado común,
salvo por el tipo de escamas, mientras que el Bristol es más parecido a
la variedad Cometa. Estos peces, por su salpicado son también
conocidos como Cálico y como Arlequín.
Shubunkin
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del
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Cometa
Variante
conseguida en los EEUU. Su principal característica es su aleta
caudal, muy larga, tanto o más que el cuerpo del pez. También el
resto de sus aletas son más largas que en las demás variedades. En
Japón se les denomina Tetsugo.
Ryukin
Tienen el cuerpo más corto que el
dorado común, medio con forma de huevo, con el vientre redondo. Las
aletas son largas y la aleta caudal es doble. Hay varias variedades
de Ryukin, dependiendo su nombre de la forma de su aleta caudal. A )
con la cola caudal simple y ancha toman el nombre de Ninfa y son poco
apreciados. B ) con la cola doble, que hay varios tipos, por
ejemplo: cola de velos, cola de flecos, cola pantalla, etc.
Ryukin
Ryukin cálico
Foto del
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Foto Guillermo Kohler
Wakin
Es muy parecido al pez rojo o
dorado común pero se diferencia por su aleta caudal, que es doble
vertical, tipo mariposa, con una división en cada mitad en los dos
lóbulos.
Wakin
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Guillermo
Kohler
Watonai
Es una variedad intermedia entre
el Ryukin y el Wakin. Cuerpo más largo que el Ryukin, y más corto
que el Wakin, generalmente de color rojo o blanco, y escamas
metálicas. Aquí llamamos Wattenai a una variante de color gris
amarronado, o cobrizo, que puede tener cola simple o doble, pero que
generalmente no llega a cambiar de color. Son poco apreciados y se
los consideran una regresión al estado salvaje. Es común que
aparezcan, cuando buscando una variedad nueva, o por otras razones,
cruzamos ejemplares de variedades diferentes.
Wattenai
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Guillermo Kohler
Ranchu
Es
una variedad coreana. En japonés se le dice Rantyu, y en chino
Ya-tan-yu. Su principal característica es la ausencia de aleta
dorsal. Es común que después de los dos años de vida desarrolle
en la cabeza grandes verrugas o papilomas. Cuando esto no acontece
recibe el nombre de Maruko, también de origen coreano.
Shishigashira
Nombre
derivado del chino: Shishi=Leon. Carece, como el Ranchu, de aleta
dorsal, pero además posee en la cabeza grandes protuberancias o
verrugas. Muchas veces estas excrecencias son tan desarrolladas que
pueden llegar a dificultar la respiración y la visión del pez.
Tienen un cuerpo corto y medio redondo, con aletas poco desarrolladas, y
una aleta caudal corta, todo lo que sumado a la falta de aleta dorsal hace
muy dificultosa la natación. Es un pez algo difícil de criar, ya
que por su torpeza no puede competir por el alimento, por lo cual no
conviene colocarlo en el mismo acuario con variedades más hábiles y
rápidas. Lo conocemos con el nombre de Cabeza de León. No hay que
confundirlo con la variedad
Oranda.
Oranda
Erróneamente,
mucha gente llama Cabeza de León a esta variedad. El parecido con
la variedad anterior radica en que el Oranda también desarrolla
excrecencias en la cabeza, pero nunca son tan desarrolladas como en la
variedad Cabeza de León. Además, los Orandas sí poseen aleta
dorsal, lo que sumado a que tienen aletas mucho más desarrolladas, y
generalmente, una hermosa aleta caudal doble, hace posible que puedan
nadar muy bien, y son, en general, mucho más armónicos y equilibrados
que los Cabeza de León. Al Oranda Cálico se lo conoce como
Azumanishiki y al Oranda Blanco con una boina o copete rojo, se le llama
Red Cup. Los Orandas se obtuvieron cruzando un Ryukin con un Ranchu.
Red Cup
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Guillermo Kohler
Azumanishike (Oranda cálico)
Foto
del autor
Oranda
rojo
Fotos del
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Hanafusa
Es una variedad japonesa que aquí
conocemos con el nombre de Pompon, porque tiene una protuberancia sobre
las fosas nasales, parecida a una bola de lana. Las aletas anales y
caudales son dobles.
Demekin
Se trata del popular
telescópico. Es un pez que tiene una deformidad en los ojos.
Se forma un bulto grande a cada lado de la cabeza y en ese bulto se
ubican los ojos. Cuando nacen son normales, y la deformidad va
apareciendo cuando los peces tienen algunos meses de vida, y a veces
aparece cuando ya tienen más de un año de edad. En mi acuario
tengo peces telescópicos a los que se les notaban claramente los ojos
saltones con apenas dos meses de nacidos. Los colores más comunes
son rojo, negro, o rojo con manchas blancas. También hay
cálicos. Ven muy mal, especialmente de cerca, y con el tiempo la
mayoría quedan ciegos. En esta etapa, debemos procurar que el
acuario donde viven no contenga piedras filosas, o troncos decorativos con
puntas, pues es común que los telescópicos se produzcan feas heridas,
precisamente en los ojos.
Telescópicos rojos
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Telescópicos
negros Telescópico negro
Foto Guillermo Kohler Foto Guillermo Kohler
Telescópicos blancos
Fotos del autor
Deme-Ranchu
Es un pez
telescópico sin aleta dorsal, y a veces con excrecencias en la
cabeza. Fue obtenido en Korea, en el siglo XVIII. Nunca he
visto uno, pero me imagino un animal digno de lástima, deforme, con
dificultades para nadar y mantener el equilibrio, y, por si fuera poco,
ciego.
Apenas hemos visto, a
grandes rasgos, algunas de las principales variedades, o las más
conocidas, las más raras, como en el caso de Deme-Ranchu. Simplemente
nombraremos algunas más: Ojos de Burbuja, sin aleta dorsal y con unas
bolsas llenas de líquido espeso debajo de los ojos; Celestial,
Deme-Ranchu con los ojos mirando siempre hacia arriba; Meteor, es un
Ryukin sin aleta caudal de forma tal que parece un huevo que flota.
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