Mantener espadas de buena calidad durante un largo período ofrece una experiencia invalorable porque la pureza genética en un grado máximo no se puede sostener durante mucho tiempo. Espadas de líneas puras están sujetos a pequeños o grandes cambios genéticos y pueden producir nuevas variedades con el paso del tiempo. Pero los cambios en los caracteres son genéticamente estables solamente en contadas ocasiones, y además, una mutación hereditaria puede no valer la pena o ser decididamente fea o no funcional. Un claro ejemplo es el de la molly balloon (molly globo). Un dramático acortamiento y consiguiente malformación de la espina y pedúnculo caudal resultan en un cuerpo esférico. Esto se traduce en dificultades en el ejercicio de las funciones de reproducción y natación. Únicamente aficionados insensibles o poco conocedores, pueden encontrar atractivos los penosos esfuerzos que realiza para desplazarse la infortunada molly balloon.

El albinismo es uno de esos casos excepcionales donde la mutación es, no solamente atractiva, sino también genéticamente estable. Un regalo inapreciable para cualquier acuarista.

Los espadas albinos aparecieron por primera vez en 1930 en acuarios de Alemania y U.S.A. Hay registros de captura de Xiphophorus helleri albino en poblaciones salvajes del río Sontecomapan en México.

Cuando en una cría aparece un espada albino –hijo de padres de ojos normales- esto significa que por casualidad los dos padres eran portadores del albinismo. Padres de ojos normales pueden en ocasiones producir hijos de ojos rojos. Hay diferentes tipos de albinismo y existe la posibilidad de que la cruza de ejemplares albinos produzca una descendencia cien por ciento de ojos normales. Pero por regla general y más frecuente, los padres albinos sólo producirán hijos de ojos rojos, no darán a luz peces con coloración ocular normal.

El ojo encarnado no es fruto del pigmento rojo que se encuentra en el protoplasma de muchas células vegetales y animales. Es la falta de pigmento negro lo que hace visibles los vasos sanguíneos y da al albino sus característicos y brillantes ojos rojos.

El albinismo es un carácter hereditario y sucede independientemente de los factores responsables de la forma y del color del cuerpo y de las aletas. Si tenemos solamente un albino y lo cruzamos con un no albino, la primera generación o F1 será toda de ojos de coloración normal. A continuación, podemos optar entre dos caminos a seguir. Entrecruzamos la F1 y obtenemos aproximadamente un 25% de descendientes albinos o retrocruzamos un ejemplar de la F1 con el padre o madre albino de la generación parental y logramos un 50% de albinos. Lo que sigue es todavía más sencillo, entrecruzamos los albinos nacidos -habidos por cualquiera de estas dos vías- y obtendremos un 100% de espadas de ojos rojos.

Los espadas albinos no son diferentes de sus pares de ojos normales excepto por su visión ligeramente impedida, un efecto colateral del albinismo. En consecuencia, el parto y primer mes de vida requieren atención especial.

Cuando las hembras están próximas a parir las aíslo de los futuros alevines con separadores de vidrio. No se aconsejan plantas o métodos similares porque los recién nacidos generalmente descansan durante unas horas en el fondo del acuario, y la madre se los comería a todos. Una vez terminado el parto, si la hembra se ve en buenas condiciones la traslado al acuario de reproductores de procedencia. La visión impedida es bien notoria en albinos recién nacidos. Por lo tanto, mis acuarios de parición y cría son pequeños, de aproximadamente 15 litros para que los pequeñitos puedan encontrar el alimento sin dificultad. A los quince días los remuevo hacia un acuario de crecimiento donde permanecerán apartados de otros juveniles de ojos normales que terminarían por resultar dominantes del espacio y el alimento. A medida que crecen se equilibra la visión y pueden compartir acuarios con espadas de ojos normales u otras especies compatibles. Se adaptan y compiten sin problemas.