LEBISTES
O GUPPY
¿Sólo
para principiantes?
Por Rosario
Arijón
rarijonuruguay@hotmail.com
Transcurre
agosto de 2002 y cae en mis manos
un anuncio de A.U.D.A. sobre el comienzo del Curso Teórico /Práctico de
Acuarismo Avanzado el próximo mes de setiembre.
En
este curso, figuran entre los peces
que se tratarán en profundidad,
los discos, peces nacionales y cíclidos
africanos. Hay en esta propaganda
de A.U.D.A.
apartados
que indican que estos temas se tratarán en
forma específica. Además, también
se indican: alimentación, filtración, acuario marino, plantas acuáticas,
características generales de las principales familias de los peces
ornamentales, enfermedades y terrarios. No
veo nada sobre el trío popular de
ovovivíparos integrado por lebistes, platies y espadas.
La omisión no ha de ser casual. ¿Cómo
ignorar a estas especies que son alma y vida de cualquier acuario, pet shop,
comercio especializado, tienda de mascotas, agroveterinaria, o cualquiera sea el
nombre de los lugares que comercializan peces?
Seguro que no fue olvido. Recordemos
que a este trío popular le hemos
endilgado el letrerito que los recomienda “para
principiantes o para avanzados”.
Fastidioso es
cuando se mutila la
muletilla y nos quedamos sólo con “para principiantes”.
Si
ese es el sentir, aquí va un sencillo recordatorio para nosotros los
principiantes.
Poecilia
reticulata, el popular lebistes/guppy/göllmer es originario del norte de América
del Sur y algunas islas del Caribe. El
tamaño del macho salvaje es de poco más de 2 cms.y y aproximadamente 4 cms. en
la hembra. El color básico de
cuerpo es gris, pero el macho, a diferencia de la hembra, puede mostrar zonas
rojas, negras, amarillas y celestes. Las
aletas son cortas con algo de color en el macho.
El
guppy moderno creado por la mano del hombre,
con brillantes colores de cuerpo y largas aletas coloreadas,
muestra un andar lento comparado con ejemplares salvajes y no tendría
chance de sobrevivir en la naturaleza. No
se han encontrado lebistes albinos o dorados en estado salvaje.
Los
primeros lebistes salvajes llegaron a Alemania a comienzos del siglo XX y poco
después a U.S.A. Y despertaron
verdadero fanatismo en el mundo del hobby.
Viven
en cualquier tipo de aguas, ya sean
ácidas, neutras o alcalinas, blandas o duras.
Tuve la oportunidad de observarlos en un acuario marino del criadero de
Ernesto Cabruja y del Dr. Gustavo
Dittrich. Se me informó que habían sido introducidos allí cuando eran apenas crías. Su
destino era servir de alimento a los peces de agua salada
que lo habitaban, pero encontraron refugio entre unas piedras, sobrevivieron,
y crecieron.
Es
bien difundida la práctica de alimentar peces de gran tamaño utilizando
lebistes, carassius pequeños, mojarras, o cualquier pez que se considere de
descarte. Es fuerte la
tentación de emitir opinión sobre
esta práctica.
Si
bien es cierto que los lebistes pueden vivir en cualquier tipo de aguas,
por el contrario, no se adaptan a cambios bruscos de pH .
Un cambio brusco de pH conduce rápidamente
a la muerte del animal, aunque la resistencia es muy diferente en
distintos tipos o líneas de lebistes.
El cambio gradual, por
ejemplo, de agua ácida a neutra, no produce la muerte inmediata del pez, pero
igualmente puede terminar con su vida a corto plazo.
Años atrás realicé la siguiente comprobación.
Crié lebistes en aguas ácidas hasta su estado adulto.
Y luego, gradualmente y a lo
largo de varios días, los llevé a aguas neutras. No se adaptaron y sobrevivieron por poco tiempo.
Es exactamente lo que sucede con algunos ejemplares importados que fueron
criados en condiciones muy diferentes a las que ofrecemos en nuestro país.
Los
ovovivíparos agradecen los cambios de agua.
Hay criadores de lebistes que efectúan cambios parciales todos los días.
En Uruguay los parámetros del agua son muy aceptables para la cría de
peces y no es necesario agregar productos químicos.
Cada acuario es un pequeño sistema ecológico que depende de nuestra
habilidad para mantenerse y renovarse.
La costumbre bastante usual de agregar agua en reemplazo de la que se
perdió por evaporación, es por demás peligrosa.
Al poco tiempo de utilizar esta práctica, la concentración de sales y
minerales se vuelve letal. La práctica
correcta es sifonear el fondo del acuario y agregar agua para mantener
aceptables el pH y los niveles de amoníaco.
Una de las actitudes de los guppies que muestran una reacción adversa a
cambios bruscos de agua o del entorno, es que quedan como colgados de la
superficie del agua. El resultado
de un correcto cambio de agua en nuestro acuario, es equivalente a abrir una
ventana y dejar entrar aire fresco en un ambiente cerrado.
Recordemos
también una correcta alimentación . Varias
veces por día, en pequeñas cantidades, es una estrategia excelente.
Según mi experiencia al día de hoy, la artemia viva es uno de los
alimentos óptimos. Se
recomiendan con muy buena nota a las larvas de mosquito,
otros alimentos son las daphnias, pastas
según preferencia del criador y alimentos secos.
En la adecuada variedad está el éxito.
Se
aconsejan acuarios de entre 30 y 40 litros para mantenimiento de los
reproductores y de 80 a 100 para crecimiento de hembras o machos.
Se calculan entre 6 y 8
acuarios para la reproducción de cada variedad.
El tamaño de los acuarios lo decide
cada criador según conveniencia, teniendo
muy en cuenta que resulta muy fácil mover y trasladar los de menor
volumen.
Estas
estimaciones son muy genéricas y se establecen a modo de recordatorio.
Serán objeto de futuros desarrollos.
No
debemos olvidar que para los
apasionados del guppy, el hobby no tiene fin.
El fanático pone énfasis en que los cambios de agua deberían ser
diarios y la frecuencia óptima de la alimentación
entre 5 y 6 veces diarias. O
más.
El
correcto equilibrio entre el hobby del guppy y nuestra vida diaria lo traerá el
conocimiento y la experiencia. Como
le dijo el sabio pediatra a la madre primeriza:
el bebé debe adaptarse a la casa y no la casa al bebé.
Valga la analogía.
Tengamos
bien presente que los guppys en buen estado genético van a crecer de cualquier
manera, pero la calidad del agua, la correcta alimentación y el espacio
disponible, contribuirán a desarrollar al máximo su potencial genético.
Mantengo
mis acuarios con fondo desnudo, pH
7 o 7.5, macizos de cryptocorynes, y
caracoles. No tengo filtros porque
son devoradores de artemia . Cambio
el agua dos veces por semana y alimento tantas veces como me es posible.
Pero
por sobre todo, vigilo la calidad del agua.
Peceras superpobladas, exceso en la alimentación, descontrol de la
población de caracoles, polución,
son factores que pueden volverse letales.
Conclusión
para principiantes:
Vigila el pH del agua porque puede
convertirse en un H... de p...
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