Cuando una hembra está próxima a parir, lo usual es trasladarla a un pequeño acuario de cría. Para impedir el canibalismo de la madre se pueden utilizar plantas que servirán de refugio a los alevines o mantener a la madre en un sector del acuario de cría utilizando separadores de vidrio o de cualquier material no tóxico. Las crías al nacer pasarán al otro sector a través de los pequeños espacios libres del separador. Hay quienes utilizan parideras, pero no las recomiendo. Cuando finaliza la parición, la hembra es devuelta al acuario de los reproductores y los recién nacidos permanecerán en el acuario de cría sin ser molestados.

Hay diferentes grados de canibalismo en distintas líneas de lebistes.

Se puede lograr una ausencia total o casi total de canibalismo siguiendo este sencillo procedimiento.

Se utiliza un acuario de entre 40 a 80 litros de capacidad. Se introduce un joven trío formado por un macho y dos hembras a los que se provee de excelente alimentación. Unas pocas plantas en un extremo del acuario servirán para ocultar a los alevines de la primera parición. Una vez nacidos permanecerán con los padres, pero escondidos entre las plantas. A los pocos días empezarán a atreverse a abandonar esporádicamente su refugio y a nadar muy próximos a los padres, que demostrarán un interés momentáneo en su progenie. Los alevines estarán ya fuertes y bien rápidos y los padres muy bien alimentados. A veces algún adulto puede intentar una mal intencionada aproximación, pero sin demasiado afán.

Cuando se acerque el momento de la siguiente parición, ya los adultos estarán acostumbrados a la presencia de pequeños a su alrededor. Se sentirán menos curiosos respecto a su nueva progenie. En poco tiempo, los padres estarán completamente rodeados de pequeños a los que casi no prestarán atención.

Regularmente se trasladarán las crías de mayor tamaño hacia un acuario de crecimiento. De estos descendientes se seleccionarán lo antes posible a los futuros reproductores de la línea, que completarán su crecimiento rodeados de pequeños hermanos y hermanastros, en el acuario de cría original. Esta nueva generación de reproductores mostrará una total o casi total ausencia de canibalismo. Puede decirse que reconocen a su progenie o que no reconocen a su progenie como fuente de alimento.

Es un método sencillo que ofrece buenos resultados en muy poco tiempo.

Según la técnica de crianza que nos interese aplicar, podemos reproducir por medio de este sistema un casal o el número de machos y hembras que consideremos conveniente.